Como ansío popularidad y que me lean miles, qué digo, millones, he escogido el tema que más puede acercar este blog a las masas. Sí, voy a hablar de filósofos. Concretamente de uno, y no (necesariamente) en su condición de filósofo, sino por su condición de hijo de la grandísima puta. Y no, no forma parte del Gobierno de la nación, así que si eres pepero o rata fascista, ya puedes dejar de leer. El insulto no va hacia quien crees.
Autor: taodelsurfing
Gun Crazy: tienes que mirar esta película
No es ningún secreto mi amor por el cine. Junto con los libros y el rock and roll, ha sido uno de los tres pilares de mi cordura. Años atrás (tantos que paso de poner fechas) ejercí de crítico cinematográfico y de entrevistador y cronista en festivales del medio. Ahora leo esas críticas y me sonrojo, por lo poquísimo que sabía de asuntos técnicos como movimientos de cámara, iluminación, puesta en escena, vestuario y demás maravillas que conforman el Séptimo Arte.
OK, Boomer
La respuesta alcanzó a mi colega, llamémoslo Héctor, como una patada en la espinilla con calzado de protección industrial. Héctor tiene tres o cuatro años menos que yo. Es un orgulloso miembro de la Generación X. De boomer, nada. Es más: si alguien se ha pasado la vida criticando a la generación baby boomer es justamente él.
GLORIA
Nunca deja de sorprenderme que tantos y tantos temporales que me han deparado horas de intensa felicidad con buenas olas y amigos también hayan deparado tanta tristeza, miseria y dolor no muy lejos de donde yo estaba. Este es el caso de Gloria, el último episodio que ha azotado la costa mediterránea, y que al final ha sido un poco más apocalíptico de lo que yo mismo pensaba. (Foto: Francesc Montoro)
I’M BACK, BITCHES
El Chico de la Tabla Amarilla ha vuelto hoy al mar, tras nueve largos meses en dique seco. Ha vuelto con cierto temor – tampoco miedo: quizás respeto – no tanto al mar, que estaba revuelto y feote, pero tampoco excesivamente grande, como a las sensaciones de su tobillo, convaleciente aún de su fractura.
LA PATA ROTA
Tengo este blog medio abandonado. Lo sé, pero eso se debe a varias razones. En primer lugar, a que estoy volcándome con la escritura de ficción en cuanto tengo un poco de tiempo libre, y eso va en detrimento de escribir para otras empresas.
Además de eso, está el tema de mi tobillo.
Un cacho de palo y cuatro ruedas
Dejadme ser sincero: como skater, apesto. Soy malísimo, sea cual sea el criterio por el que se me juzgue. Ni como patinador, ni como supporter de la escena local, ni como nada. Además empecé tarde y mal, y en una época en que no había tutoriales y youtubers de todo lo que a uno se le pueda imaginar.
Técnicamente jamás he pasado del ollie (eso sí, reconozco que bastante majo) y UN kickflip. Digo UNO porque fue eso, una sola vez, y nunca he podido repetirlo. Ahí está el nivel. En rampa, eso sí, le metí bastante caña, y he practicado bastantes tipos de grindada en los distintos copings de half-pipes, quarters y pools (mi tipo de skate preferido). Siempre de backside, porque de frontside me cuesta la vida, al revés que en surf, donde no tengo preferencia.
Diez Cuentos
Cuentos. Por alguna razón, en España nunca han gozado de la popularidad de la novela. Y eso que nuestro idioma ha proporcionado algunos de los mejores cuentistas de la historia. Y a pesar de que escribir cuentos es muy, muy difícil. Terriblemente difícil. Mucho más, si se quiere hacer bien, que una novela.
DIEZ LIBROS
La semana pasada di la turra con las ocho canciones que marcaron mi adolescencia. Un día haré uno con las canciones de mi vida adulta. Hoy toca hablar de libros. Los libros son el elemento definitorio de mi vida: me gano la vida con ellos. Soy traductor y periodista, y últimamente he regresado a la ficción. Si existe algún formato cultural que ha ejercido influencia en mi vida han sido los libros, más que las películas, series o música.
OCHO CANCIONES
No se puede resumir la vida, siquiera la vida musical de uno, en solo cinco o diez canciones. Todos tenemos un pequeño rincón en nuestra cabeza en el que un centenar de piezas musicales, quizás incluso más, nos remiten a épocas felices y épocas desgraciadas de nuestra existencia. Canciones que nos marcaron y que aún hoy en día poseen una enorme carga emotiva que hace que no podamos escucharlas sin revivir aquellas experiencias. Pero hoy el post no va de eso.