Surf y mitos: el ñordo perpetuo

Cómo nos gusta, a los surfistas, mitificar. Pero todo, oiga. No hemos salido del agua y ya estamos mitificando una sesión mediocre, pero qué olaza la penúltima, parecía de dos cuerpos. Y cuanto más hacia atrás viajamos en la memoria, más glorificado el recuerdo. Así, parecería que aprendimos con una puerta de madera vieja, porque en aquella época conseguir una tabla no era tan fácil como ahora, y que tuvimos que recorrer media Catalunya, porque en aquella época no había apps, tenías que ir y mirar, y que nos metimos un día de una mar tremenda, porque en aquella época…

SINGLEFINEANDO (1)

Surfeé mis primeros 7 años con tablas de tres quillas, siempre dentro del rango medio/corto. El día, hace 6 años, que probé por primera vez una singlefin, mi visión del surf cambió por completo. Desde entonces me he vendido todas las tablas de tres quillas y mi quiver se limita a dos tablas singlefin: una round pintail 6,8 para los días tochos y una stinger de 6,5 para todos los demás.

A lo largo de todo este tiempo me han hecho montones de preguntas en el agua o en los parkings, y todo Dios ha venido a aportar su pequeño granito de sabiduría, casi siempre con la mejor intención, y casi siempre en contradicción con lo que yo experimentaba en el agua. Al final he sido capaz de elaborar un pequeño catálogo de mitos y realidades del surf en tablas cortas singlefin. La mayoría de afirmaciones que dejo bajo el epígrafe “REALIDAD” las he comprobado por mí mismo. Puedo equivocarme, evidentemente, pero esto es lo que he vivido.