Porque el tiempo pasa y a veces no nos damos cuenta de que nos pasa, y nos dejamos ganar por inercias, y nos olvidamos de escribir, he decidido dar cuenta de varias cosillas que tengo en mente. Este no es un post como los de siempre, pero al menos es un post.
Servidor en una olita minúscula, diminuta, de esas que da el Medi a principio de temporada. Foto: David Porras
1.- Comienzo de temporada
La temporada de surfing, efectivamente, comenzó. Y comenzó con muchas sesiones mediocres y alguna mejor, pero sobre todo con spots nuevos. Es curioso que no conociera sitios que estaban muy cerca de mis playas habituales y que han resultado ser muy buenas olas. También he regresado a algún que otro spot en el que no me había bañado en muchos, muchos años. Ya lo he dicho antes: no me gustan los spots muy concurridos, y odio tener que competir por olas, incluso sabiendo que por forma física o volumen de tabla, suelo tener ventaja. Ahora estoy a la espera del próximo temporal, aunque la vieja tradición mediterránea de las minves de gener no presagia nada bueno.
Juan, mi compañero de piso, mostrando elegancia hasta en zurraspas gélidas, a principios de temporada.
2.- Badalona
Lo que me obliga a aclarar que ahora estoy viviendo temporalmente en Badalona, con un amigo. Un tipo maravilloso que ya ha aparecido por estas páginas y con el que compartimos alquiler, risas y cenas, además de picos y olas. Esto es algo sobre lo que quiero escribir algún día: es cierto que la mayoría de amistades que hacemos los surfistas no sobreviven mucho tiempo; la mayor parte de las veces lo único que nos une es justamente el mar. Sin embargo, mi experiencia me dice que a veces sí que las amistades duran, y cuando duran, son especiales. El mar ocupa un espacio muy importante en nuestras vidas, y una amistad en la que ambas partes comprenden eso (además de todo lo demás) es especialmente sólida.
Una de las dos esculturas más famosas de Badalona. La otra, situada en el Paseo de La Salut, es el gran Manolo Escobar.
3.- Lesión
A principios de temporada tuve una lesión estúpida. Mejor dicho: una lesión de estúpido. Tras acabar una ola, la segunda de la serie, vi que un principiante estaba entrando al pico por donde no debía (por ola abierta en lugar de por la ola ya rota, es decir, por zona peligrosa). Para evitar que mi tabla suelta le diera en la cara, agarré el leash… pero no por el cable sino por la parte de tela que la une a la tabla. Una fracción de segundo para tomar la decisión, la ola que golpea en la tabla y el «crac» que oigo en mi dedo meñique de la mano izquierda… y hala. Llevo ya dos meses desde entonces, y como soy un cagado, un miedoso, recién hace un par de días fui al hospital. Tengo «capsulitis y periartritis como resultado de atrapamiento traumático», y me han prescrito un antiinflamatorio diario durante 28 días y ejercicios para recuperar el movimiento. Duelen mucho.
Haber venido antes -, me respondió el médico.
Un seguro servidor de ustedes, de civil.
4.- Tabla
Un amigo se vende su tabla mini malibú. Es una Euroglass Demibu (shaper: Phil Grace). Medidas: 6,10 x 22 x 2 3/4; rocker bajito, ideal para el Mediterráneo, como iniciación o como step up para pasar de long a tabla corta. La probé el verano pasado y va muy, muy bien: rema de maravilla, es estable y muy noble en la pared de la ola. El precio son 500 euros negociables (vale 700€ nueva) e incluye funda de viaje, invento y quillas (sistema FCS1). Interesados/as, ponedme un privado aquí o en Instagram, y os pongo en contacto con el vendedor.
Esta tabla es la hostia. Glide de longboard en solo 6,10 de longitud. ¡Llamadme, perrak@s!
5.- Ficción
Y, por último, he vuelto a escribir. A escribir ficción, claro. Escribir lo hago todos los días por mi trabajo de traductor, y este blog, aunque, como todos, contiene cierto grado de ficción, no cuenta como tal. Hace más de 15 años que no escribía ficción. La razón principal, en mi opinión, era correcta: no creo que nadie tenga nada realmente interesante que contar antes de los 40 años, a menos que haya tenido una vida tremendamente movida (léase aquí: desgraciada). Pero ahora creo que sí tengo cosas que decir, y creo que he encontrado el modo de contarlas, y eso es mucho más importante. Es un camino que no sé a dónde me llevará, pero es un camino que disfruto enormemente.
En fin, nada más de momento, excepto desearos a todos, sin excepción, un buen Año Nuevo y deciros que en breve habrá una nueva entrada de este blog muy, muy divertida.
Ánimos con esa lesión crack!
Muy de acuerdo con todo lo que has escrito.
Esperando esa entrada divertida de año nuevo me hallo…
Abrazos.
Sancho.
Me gustaMe gusta
Gracias, Bro! Muchos abrazos para ti!
Me gustaMe gusta