Soy un hombre, blanco, heterosexual. He nacido inmerso en privilegios. Así las cosas, a la hora de hablar de machismo en el surf, sería muy fácil caer en el mansplaining, algo que detestaría. Prefiero que hablen ellas. Aquí cinco surfistas nos hablan de sus experiencias con el sexismo en el mundo del surf, en el agua y fuera de ella. Por razones de espacio, he excluido a mucha gente: sería fácil publicar un post como este con el skate, con el snowboard o con virtualmente cualquier deporte. También me he ceñido a surfistas del Mediterráneo, que es el ámbito en el que se mueve este blog cuando no se dedica ni a mitificar los 70 ni a poner a parir la WSL. Dicho esto, lo importante viene a continuación.
Carla Manrubia
¿Cuánto tiempo llevas surfeando? Llevo unos 11-12 añitos interrumpidos.
¿Has vivido o sufrido episodios de machismo en el agua? Bueno, alguna..
¿Cuáles? La típica… De buenas a primeras, todo el mundo va a pensar que no sabes surfear porque eres chica, así que no te van a dejar ni una! Varía de sitios a sitios. Debo decir que a mi personalmente casi siempre me han tratado superbien en el agua.
¿Crees que el surfing es un mundillo machista? Bueno. Hay más chicos que chicas, sí. Y a nivel comercial, sí que podríamos decir que es un poco machista (aunque según mi punto de vista, cada vez lo es menos, si comparamos, por ejemplo, la publicidad de hace unos años con la de ahora). En el agua me repito. Depende de dónde, depende de quién haya en el agua. Habrá un día que entrarás y seras un surfista más; habrá otro que no te dejarán ninguna ola, y habrá otro que (sobretodo en verano) ¡te dejarán más de las que deberían! 😂
¿Hasta qué punto te identificas con la imagen predominante de surfista femenina de competición? Si tomamos como imagen predominante a las top del mundo, diría que me inspiran. Son chicas fuertes, que se meten en olas difíciles, que lo dan todo por su pasión, llevan un estilo de vida saludable y… ¡bueno, son atletas! Me inspiran muchísimo.
¿Hay algún otro estereotipo de surfista que te llame la atención, en cualquier sentido? Sí que (creo que cada vez menos, excepto en casos contados) existe el típico estereotipo de rubita que va a la playa a enseñar el culo y poco más. Personalmente creo que está lejos de lo que realmente somos las surfistas.
¿Qué recomendarías a los surfistas masculinos con respecto al machismo en el surf? Que ni piensen que no sabemos por ser chicas ni que nos dejen todas las olas por ser chicas. Que nos traten como a cualquier otro surfista en el agua.
Beatriz (nombre ficticio)
¿Cuánto tiempo llevas surfeando? ¿Has vivido o sufrido episodios de machismo en el agua? ¿Cuáles? Llevo 6 y pico años surfeando. No puedo decir que las cosas negativas que he visto o vivido tienen directamente algo que ver con machismo, porque son cosas que pasan también a hombres: mala educación y ansias, gente que no sabe compartir las olas de buen rollo. Lamentable, pero a veces he vivido esto y considero que es una de las cosas más negativas hoy en día en surf. Tendría que ser un deporte para divertirse y pasarlo bien con la gente y en naturaleza.
¿Crees que el surfing es un mundillo machista? Hay más surfistas hombres que mujeres, pero creo que también cada vez hay más mujeres. Me ha sorprendido la publicidad de Billabong de hace un par años, que al final tuvieron que cambiar (adjunto foto); pensaba que esas actitudes generales ya hubieran cambiado, pero parece que persisten un poco… Pero supongo que pasará, poco a poco. Es normal, y no tengo nada en contra que las chicas surferas se ven femeninas, porque son chicas, pero se tendrían que valorar por sus habilidades y no por imagen. Alrededor del mundo longboard igual hay más mujeres y está más tranquilo el tema, no sé. Yo me considero afortunada tener amigos y amigas en el agua, sin distinciones.
¿Hasta qué punto te identificas con la imagen predominante de surfista femenina de competición? ¿Hay algún otro estereotipo de surfista que te llame la atención, en cualquier sentido? La verdad que poco, yo voy al agua para pasar un buen rato con colegas sin pensarlo más 🙂
¿Qué recomendarías a los surfistas masculinos con respecto al machismo en el surf? Solo buen rollo a todos, masculinos y femeninos, en el agua y en la vida! 🙂
Cris J.
Hace diez años que sentí por primera vez la indescriptible sensación que te recorre el cuerpo cuando coges una ola. Tan solo fue una décima de segundo sobre la tabla, pero fue suficiente para saber que había encontrado mi pasión. Siempre había amado el mar: desde pequeña me he sentido muy unida a él y el surf representa la expresión de ese vínculo. Hoy, por primera vez en mis diez años de surfing, he contado la misma cantidad de chicos que de chicas en el agua y he sonreído. Llevo a mis espaldas miles de baños y ni si quiera en zonas dónde el surf es más popular que en el Mediterráneo (Portugal, País Vasco, etc.) me había encontrado con la paridad en el agua. ¿Se estarán haciendo las chicas por fin suyo el surfing? No me malinterpretéis, con «hacernos nuestro el surfing» no me refiero a hacernos nuestro el pico y echaros a todos los chicos en plan locals chungas. Me refiero al despertar de esa pasión en ellas, a romper por fin uno de los mayores estereotipos y machismos con el que siempre me he encontrado en el mundo del surfing: la sociedad cree que si una chica surfea es porque su amigo/novio/marido le ha impulsado a hacerlo o bien para acompañarlo en el agua y estar juntos. Que en los casos en que es así me parece fenomenal y no tengo nada en contra, pero basta ya de que cuando alguien se entera de que una chica surfea crean que es porque un hombre tuvo algo que ver. No, no y no.
Son incontables las ocasiones en que cuando estoy con mi pareja (él también surfea) y alguna persona se entera de que él surfea me miran con incredulidad diciendo: «ah, ¿y tu también surfeas? Te ha enseñado él, ¿verdad?» Y alucinan cuando respondo que aprendí por mí misma, porque me interesaba el surf y que llevo más años que él surfeando. Y me miran con cara de ciencia ficción. Ojalá pudiéramos romper ese estereotipo. Por suerte en otros deportes como el snow o el ski esto ya no pasa y hace que se abra una pequeña brecha de luz que algún día llegará al surf.
En el agua, por suerte, el ambiente y trato que suelo sentir es diferente. La mayoría de hombres son respetuosos, amables y hay buen rollo en el agua. Sobre todo con los big kahuna, como yo les llamo: los tabloneros que rondan los 40 o más años. Siempre saludan, sonríen si te ven coger una ola e incluso llegan a darte consejos muy útiles de cómo mejorar tu surfing, siempre desde el respeto y la simpatía. Los días en que compartes olas con ellos se convierten en recuerdos muy agradables.
Volviendo al resto de surfistas, por lo general no veo que muestren la misma agresividad y competitividad hacia nosotras que entre ellos, siendo más tolerantes con las saltadas, las remontadas por donde no toca, etc. Pero hay baños en que si el pico está muy concurrido, hay buenas olas o hay mucho mono de surfing se dan situaciones incómodas por ser mujer. En especial al principio del baño, cuando aún no has cogido ninguna ola y no te han visto surfear. Tienes la preferencia y notas que muchos más surfers reman la misma ola que tu, cosa que no es tan exagerada cuando entra un chico al pico. Es como si hubiera un derecho divino a saltar las olas a las chicas hasta que ellas demuestran que saben surfear. Y a veces ni con esas. Ya sé que estaréis pensando: «eso nos pasa a todos». Sí, a todos nos saltan olas, pero se nota cuando lo hacen porque te menosprecian pensando que surfeas peor porque eres una chica. Es lo mismo que cuando eres novato: la gente con experiencia te ve y se cree con derecho a saltártela. Con la diferencia que ser novato es una etapa que acaba pasando.
Frases entre colegas como «tú dale, que seguro que ella no la coge» no las he oído dirigidas a otro surfista (chico) justo cuando llega al pico, en cambio hacia nosotras me ha pasado varias veces. Esos comentarios duelen y me generan rabia, porque después de luchar contra el machismo en tierra, mi refugio es el mar y lo último que tengo ganas es de seguir luchando allí también y menos aún tener que demostrar nada a nadie.
Por eso cuando compartes baño con dos chavales jóvenes que van con pincho y con unas ansias gorílicas de coger olas y te respetan cuando tienes preferencia y encima te dicen: «¡que buena esa ola, venga, dale que es para ti…”» Te emocionas y piensas: «así, sí». Así nos ayudáis a ser fuertes, así conseguís que salgamos del agua con una sonrisa por las olas y con otra porque nos veis como iguales.
Y para rematar está el mundillo de las competiciones del surf femenino donde todo gira en torno al cuerpo de las chicas. Todas surfean muy bien, porque el nivel es altísimo y su surfing intachable, pero es inaceptable que las mujeres que no encajan en el estereotipo de belleza de chica surfera se queden fuera de las competiciones por falta de patrocinadores, como le ha pasado a Silvana Lima. Por eso me indigno cuando veo que en todos los ámbitos (anuncios, webs de surf, fotos, redes sociales, ropa, etc) se trata a la mujer como un objeto sexual y se olvida la magia de vernos caminar por un tablón como hace Ángela Turró o entubarnos como Bethany Hamilton. Como surfista y como mujer solo tengo un deseo: que algún día la comunidad surfera y la sociedad en general deje de juzgarnos y de vernos solo como un cuerpo y empiece a emocionarse por cómo sentimos y vivimos el surf.
Andrea Wilshusen
¿Cuánto tiempo llevas surfeando? Llevo toda la vida, a parte de hacer skateboard, siempre en contacto con el mar y los deportes como la vela y el windsurf, pero en el surf caí rendidamente enamorada y me adentré profundamente hace algo más de cuatro años y en estos tres últimos nos hemos hecho inseparables, tanto que los viajes han sido marcados por las olas.
¿Has vivido o sufrido episodios de machismo en el agua? ¿Cuáles? Sí, he sufrido el patriarcado en el agua, como fuera de ella (todos los días). El último episodio fue, más bien se repitieron los hechos la semana pasada cuando entraron olitas en la playa de Llevant. Un chico de mediana edad se me acercó y me dijo sonriendo:
-¡Qué bien surfeas para ser una chica! –
Dando por hecho que por ser mujer tenemos que surfear peor que cualquier hombre por principiante que sea.
Hay otro episodio tan gracioso como patético: cuando fui con Júlia, mi hermana gemela, a viajar por Indonesia, y en pleno pico en el famoso y concurrido Uluwatu (Bali) nos topamos con un catalán muy malhumorado, y él sin saber que nosotras entendíamos el idioma. Estaba mi hermana remontando y éste corriendo la pared de la ola a lo lejos, haciendo aspavientos, y justo cuando pasa por el lado grita: -“Quin fástic de putas guarras”- nos miramos entre las dos y no pudimos parar de reír de lo tan absurda que era la situación. Si por el fuese, nos hubiese clavado las quillas en la cabeza, estoy convencida.
¿Crees que el surfing es un mundillo machista? Sí, lo es y mucho.
Ya solo por ser mujer tienes que luchar el doble en el pico y hacer un sobreesfuerzo para intentar hacerte respetar por tus compañeros de sesión (que ni siquiera se respetan entre ellos, cómo van a respetarte a ti), los conozcas o no. Es horrible llevar el machete entre los dientes, e incluso a pesar de llevar una sonrisa y saludar cordialmente, estás a la defensiva porque tienes que estar pendiente continuamente de que no te salten las olas, que no se te pongan delante, que no te culebreen, que cuando remontas no te hagan trucos encima y te den con la tabla en las narices (más de un toque reparado por culpa de los machitos que intentan giros en tu cara mientras remas al pico).
El surfing es un mundillo machista, y el que opine lo contrario que haga un ejercicio reflexivo (condicionado socialmente) y piense en cómo ve a las mujeres surfistas. Sino, que se pase por Instagram y mire los perfiles de las marcas más o menos influyentes en qué consiste (malintencionadamente y de forma irreal) el surf en las mujeres: culos, culos, sonrisitas, culos, lifestyle de culos y más culos, patos enseñando el culo. Si lo comparamos con el de los hombres: tubazos y olones (cosa que las mujeres también los hacen, pero no se ven).
Las marcas perpetúan y difunden, e IMPONEN este ideal de la mujer surfista cosificada sexualmente, con su gran potencial de generar “iconos” y personajes de referencia para millones de niñ@s.
Donde más dolida me siento con el machismo en el agua (y en general) es que tenga cómplices entre nosotras. El ver el odio en los ojos de una compañera que te ve como una amenaza en vez de una aliada. Es lo que más frustración me genera en el agua, como en la vida cotidiana. Somos amigas y nos empoderamos entre nosotras. No hay nada más bonito como jugar y disfrutar juntas en el agua, compartir el mar, superar los miedos, hacer equipo y ayudarnos sin importar nada más. Somos muy pocas las mujeres que surfeamos, y qué mejor que surfear juntas y apoyarnos las unas a las otras.
¿Hasta qué punto te identificas con la imagen predominante de surfista femenina de competición? ¿Hay algún otro estereotipo de surfista que te llame la atención, en cualquier sentido? No me identifico en absoluto con la imagen de la chica surfista con el tanga haciendo un pato, y es esa la imagen de surfista en el mundo de la competición (que es el que mayor visibilidad tiene). No estoy en contra de esas mujeres, que las respeto y admiro como surfistas; sinceramente creo que cada una puede ir como le de la gana, es cómo se usa, y con qué fines, esa cosificación y sexualización.
Cuesta muchísimo encontrar referentes femeninos en el mundo del surf que se desprendan de todos los roles impuestos por las marcas, no se ven porque no se les da visibilidad.
Me encantaría conocer a una mujer surfista de piel muy morena, o a una que esté rapada, una mujer muy mayor que siga de pié en la tabla, y alguna que esté gorda y orgullosa. Pero en el mundo de la competición sólo puedes entrar en caso de estar esponsorizada y que te paguen los viajes a las competiciones, entrenamientos y básicamente poder vivir de ello profesionalmente. Son los sponsors (las marcas) quienes eligen a sus candidatas perfectas para que se les represente a nivel internacional y siempre son iguales: jóvenes, blancas, rubias, importante tener el pelo largo y ser extremadamente delgadas, es decir, que cumplan con el rol de modelo de marca de ropa interior, no de deportista de élite profesional. Es esta imagen la que cala hondo en la sociedad y en consecuencia en todo el mundillo del surf, y nos humilla por todo el peso y el poder que ejercen para lucrarse vendiendo bañadores a costa de nuestros cuerpos, son las marcas las que deciden qué cuerpos valen y cuales no. Silvana Lima es la única surfista profesional que me inspira por no callarse ante la injusticia y el sometimiento machista de las marcas. Lo reivindicó hace poco, diciendo: «Las marcas de surf, cuando se trata de mujeres, quieren que seas modelo y surfista al mismo tiempo. Si no pareces una modelo, terminas quedándote sin sponsor, y eso me pasó a mí. Quedas excluida, eres desechable. No parezco una modelo, no soy una belleza, yo soy surfista profesional.»
Por ejemplo: a Kelly Slater o a cualquier otro hombre de gran nivel jamás se quedaría sin apoyo por ser calvo, ¿verdad que parece absurdo? Pues así lo es con las mujeres.
¿Qué recomendarías a los surfistas masculinos con respecto al machismo en el surf? Que reflexionen sobre lo que sienten cuando ven a una mujer en el pico, cómo la ven y con qué ojos y prejuicios. Que se pregunten si lo que ven es un cuerpo o una persona. Y se pregunten si tienen esa necesidad de marcar el territorio, con todo el sufrimiento que conlleva para tod@s. ¿Tengo que demostrarle que soy un super machito que sabe surfear de puta madre, y por ello le tengo que joder saltándole las olas y rozarle con las quillas humillándola con los sprays de los giros? Porque da mucha rabia y genera odio. No son todos, pero sí la grandísima mayoría genera ese sentimiento de rechazo.
También que nos traten como les gustaría que los tratasen a ellos, que respeten y se respeten. Ah, y que lean, por favor, ¡leed! La humanidad y el planeta necesitamos aliados feministas en el agua!
El mar es vida, es paz, y energía, qué mejor que compartirla con gente que siente lo mismo que tú, independientemente del sexo que tenga, y del género que sea. Compartimos la misma pasión por las olas, por los atardeceres, por viajar y conocer nuevos horizontes. El amor y la solidaridad entre surfistas por encima de todo.
Anna Araus
¿Cuánto tiempo llevas surfeando? Empecé a surfear hace unos 11 años y se puede decir que aprendí en el Mediterráneo gracias a la ayuda de mi pareja, que llevaba ya varios años con el gusanillo del surf. Él me enseño y vigiló para que no entrará al agua cuándo estaba malo para alguien aprendiendo… Al principio casi no había chicas en el agua, éramos muy pocas y casi nos conocíamos todas.
¿Has vivido o sufrido episodios de machismo en el agua? ¿Cuáles? La verdad es que normalmente he podido surfear en paz, sola, en pareja o con amigos, aunque si que es cierto que alguna vez he vivido algún episodio de machismo, sobre todo saltadas, de eso que el individuo mira a su alrededor y tras… casualidad que no te ve y hale, tú remando y él como si nada, a remar la ola y a saltarla, y normalmente eso lo hacen chicos con un nivel bueno de surf pero vaya, hay de todo… Yo si lo veo muy claro que es mía y la remo grito y ya se apartarán, que si me cabreo me sale el carácter, jeje. Alguna vez he llegado a los gritos con alguno, pero últimamente voy más relajada ya que no paso tanto tiempo en el agua y lo último que me gusta al surfear es quedarme con mal sabor de boca por alguna movida así; aun con alguna de estas anécdotas, la verdad es que en general tengo buen recuerdo de chicos de todas las partes dónde he estado… Francia, Marruecos o Bali, por ejemplo, en todas partes me quedo mejor con el recuerdo de las buenas personas que intentan ayudarte o compartir sus olas contigo.
¿Crees que el surfing es un mundillo machista? En general considero que el mundo del surf sí es un poco machista; al final supongo que la mayoría de sus practicantes son hombres, pero no quita que cada vez seamos más chicas y mejores o más respetuosas que la mayoría (siempre pueden haber excepciones). Pero vaya el peor agravante entre sexos que veo en este mundo es el tema de premios y sponsors en el mundo PRO de la competición: los premios masculinos les dan mil vueltas a los femeninos! Al final, las marcas o anuncios pondrán antes a un chico surfeando que a una chica, que probablemente la coloquen con una tabla posando en la playa o en bikini encima de esta para que se le vean bien las formas y el bronceado.
¿Hasta qué punto te identificas con la imagen predominante de surfista femenina de competición? ¿Hay algún otro estereotipo de surfista que te llame la atención, en cualquier sentido? Cuando llevaba menos tiempo surfeando el mundo de la competición femenina sí que me llamaba más la atención, seguía más competiciones y también había participado en alguna, aunque ahora la verdad es que ya no lo haría, prefiero ir a mi rollo y buscar olas que estén acorde a mi nivel y gustos; con el tiempo he pillado un poco más de miedo a las olas más grandes o potentes: prefiero estar tranquila aunque pille menos, no me importa lo que la gente piense. Antes a lo mejor le daba más vueltas. Si tengo ahora algún estereotipo de surfista será el de surfista libre, una persona que pueda vivir de su hobby o de esta forma de vida pero a su rollo, o alguien que cree algún negocio relacionado con el surf y el arte y que eso le permita vivir para viajar y buscar olas, eso estaría muy bien.
¿Qué recomendarías a los surfistas masculinos con respecto al machismo en el surf? A los chicos les recomendaría que no nos tengan miedo, jeje ¡que al final cada uno tiene su lugar en el mar! No quiero generalizar porque hay muchos chicos que nos quieren y nos respetan a su lado en el agua. Creo que podemos convivir todos, cada uno en su espacio. Y que tanto ellos como nosotras podemos aprender cosas del resto. Que nos dejen ponernos en el pico si nos apetece y que respeten turnos para que todos podamos coger olas, esto sería y nada más, que ¡buenas olas para todo el mundo!
Muy buen artículo… Cuan de menos echaba leer algunas líneas acerca de nuestra forma de vida con acertado criterio. Gracias Joan!
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Muchas gracias!!! Pero el mérito no es mío, es de las que han escrito! Un abrazo!
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