El valor de la danza

Llevo más de una década aprendiendo a surfear. Mi progreso ha sido lento: los primeros dos o tres años la curva de aprendizaje fue rápida, y a partir de ahí he progresado de un modo mucho más difícil. En primer lugar, comencé muy tarde, como era habitual en el Mediterráneo, y no precisamente desde un background deportivo: lo que me llevó al surf fue el skateboard, en el que tampoco destaqué; aparte de esto, actividades como correr, nadar, hacer estiramientos o calentar eran algo ajeno para mí.