La primera vez que supe de Bill Finnegan fue durante una lectura compulsiva de The New Yorker. El algoritmo de sugerencias de la publicación, viendo mi historial, me recomendaba unos artículos acerca del surf en San Francisco.
La primera vez que supe de Bill Finnegan fue durante una lectura compulsiva de The New Yorker. El algoritmo de sugerencias de la publicación, viendo mi historial, me recomendaba unos artículos acerca del surf en San Francisco.