La verdad

La historia, con mayúsculas, da miedo. Apenas hay acontecimientos históricos que no sean traumáticos, violentos o mortales. Por eso la conciencia de estar viviendo momentos históricos suele ser traumática y dolorosa.

El blog amigo Surf por los cuatro costados publicaba un duro post esta mañana. Duro con todo y con casi todo, pero más que nada, desesperanzado. Y no. No hay que estar sin esperanza. Como Albert Camus, yo creo que el pesimismo, en estos momentos, es un lujo. Creo que lo que toca es levantarse cada mañana y trabajar, como Rieux, como Tarrou en La peste. Tanto da si ese trabajo es remunerado o es cuidar de los tuyos.

Todas las magníficas ilustraciones de este post son obra de Félix Rodríguez Fernández

Por eso escribí un comentario en su blog que, ahora, me permito ampliar para todos. Dice así:

«Hey, comprendo cómo te sientes. No te voy a dar la pastilla azul ni a decirte que no te preocupes; pero tampoco te creas las noticias más tremendistas. La verdad está más o menos en medio, y es complicada (la verdad suele serlo).

»La verdad es que nos contagiaremos muchos, pero a la inmensa mayoría nos afectará muy poco: será asintomático o como un catarro más o menos fuerte. La verdad es que sí, la gente mayor ha de ir con un cuidado extremo, sobre todo si tienen afecciones previas. La verdad es que sí, que todos estamos preocupados por nuestros mayores.

La verdad es que cada día me levanto y da comienzo una ronda de preguntas que dura hasta que me voy a a cama: esa tos ¿es de las malas? ¿Te duele la cabeza? ¿Será el bicho o será de tanto mirar la pantalla del ordenador? ¿Me he tocado la cara? ¿Debo lavarme las manos por enésima vez?

Ilustración de Félix Rodríguez Fernández

»La verdad es que ni este ni ningún Gobierno podrían haber hecho más o actuado diferente, porque estamos ante algo totalmente nuevo. (En esta verdad no entra el criminal psicópata de Boris Johnson; esta crisis golpeará de un modo inusitadamente violento a Gran Bretaña). Sin embargo, hay esperanzas en el hecho de que el foco original, China, ha logrado contener el brote y ya casi no tiene nuevos infectados. China está asesorando a Italia, Francia y España. Los toques de queda, el estado de alarma social, funcionan.

Pero hay que darles tiempo. Los milagros no existen; la curva de contagios aún ha de seguir subiendo antes de que podamos apreciar una bajada. Pero bajará. Por eso te digo que no podemos permitirnos el lujo de ser pesimistas. Porque el virus aprovechará ti pesimismo si se lo permites. No, no es una mala metáfora: el pesimismo perjudica el sistema inmunitario.

Ilustración de Félix Rodríguez Fernández

»La verdad es que cuando pase la emergencia habrá una crisis económica gorda, aunque seguramente no será tan dañina como la de 2008. Ningún virus es tan dañino como la doctrina económica neoliberal. Eso lo estamos viendo ahora. Ojo a lo que voy a decir, ahora: para un anarquista va a ser grave. Pero es lo que hay: es necesario, al menos en este momento histórico, un estado social, fuerte y, de ser posible, socialista (en el sentido filosófico y económico del término). En este momento, odio decirlo, Marx le gana la partida a mi querido Kropotkin.

Pero hay lecciones hermosas que aprender del socialismo libertario; los anarquistas nunca tenemos la razón por completo, pero sabemos por dónde sopla el viento. Todo lo bueno que está sacando a la luz esta crisis procede del pueblo, de iniciativas comunes, de la ayuda mutua. O sea que quizás Kropotkin no está tan fuera de juego.

Ilustración de Félix Rodríguez Fernández

»La verdad es que nadie sabe, yo no sé. Nos aventuramos en territorio desconocido; hic sunt dracones. Pero saldremos de esta. tío. Un abrazo desde la distancia: algún día lo haremos de carne y hueso.»

Seamos como Yuri: se cabeza a lo desconocido, con la sonrisa más hermosa de la historia